Latin Hetalia

República de El Salvador

“La ambición es el camino al éxito, la tenacidad, el vehículo en que se llega.”
-Bill Eardley.

Hugo Salvador no es ajeno a serios problemas económicos y sociales. De pequeño fue más risueño e inquieto, aunque algo aislado. Luego, debido a la administración de su gobierno a lo largo del tiempo, además de marcadas ideologías del pasado, conoció necesidades, injusticias y dolencias.
A pesar de todo esto nunca dejó de luchar, y aunque haya sido difícil avanzar un solo pie por mucho tiempo, muy recientemente estuvo logrando grandes mejoras para él y para su gente, dejando atrás los tiempos turbulentos.

Imagen: Neon

LH: El Salvador

Datos personales

Nombre y apellido: Hugo Salvador Alvaro Guerrero
Cumpleaños: 15 de septiembre de 1821
Edad: 19 años
Sexo: Masculino

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Características físicas

Altura: 1.70 metros
Tez: Ligeramente tostada
Ojos: Marrones
Cabello: Castaño claro
Característica especial: Su lunar (abajo de los labios, del lado izquierdo) representa el lago Ilopango.
Información técnica
Fecha de creación: 13 de junio de 2009
Diseño inicial por: dgraymanxxx

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En sus aptitudes

Persistente y estoico, por mucho tiempo su insistencia y falta de versatilidad lo hicieron chocar contra la misma pared una y otra vez, hasta que fue aprendiendo lentamente a cambiar enfoques, encontrar otras vías, y por supuesto, intentar de nuevo. Esa forma de persistir lo hizo ganarse la admiración, el respeto y el aprecio de todos sus hermanos centroamericanos, y eventualmente del mundo entero.El territorio salvadoreño fue alguna vez territorio de los pueblos pipil, lenca y algunas tribus mayas también. Es extremadamente diverso, con playas, lagos, volcanes, reservas naturales y bioparques, sitios arqueológicos y culturales, además de ciudades coloniales y locales gastronómicos.Si bien no le atrae mucho la gastronomía, lo cierto es que Salvador es un buen cocinero, sobre todo si se trata de sus platillos típicos. Sus pupusas son mundialmente famosas y por las tardes es ya tradicional verlo tomándose su obligatoria variedad de atoles (su favorito es el shuco), hecho a base de maíz. Productos como el café, el banano, el maíz, la yuca y los frijoles son la base de su gastronomía, además de gustarle echarle un poco de chile a sus comidas.Sus platos típicos son los tamales (diferentes a los mexicanos) sobre todo común en los funerales o después de la misa; el nuégado acompañado de chilate, empanadas de plátano y lo que en América del Sur se llama empanada, en El Salvador se llama un "pastelito". Las tortas y tortillas salvadoreñas también son diferentes de las de los demás, ya que son más gruesas que lo que la mayoría de la gente conoce como tortillas. Además, el país celebra anualmente el "día nacional de la pupusa", el plato nacional, y elabora la pupusa más grande del mundo.Hugo Salvador en sí no es muy activo (ver partidos de fútbol no es lo mismo que jugarlos), pero el territorio salvadoreño, en especial las hermosas playas, con sus olas largas y altas, atraen a deportistas de todo el mundo. Cada área ofrece diferentes deportes y actividades como alpinismo, parapente, ciclismo, rafting, caminata y surf. De entre todos estos, a veces se puede ver a Hugo mismo practicando surf o fútbol de playa, deporte en el que es bastante bueno.


En sus actitudes

Salva (o Sivar, como algunos lo llaman últimamente) aparenta ser huraño, serio y hasta malhumorado, pero no es mala persona en absoluto. Es tranquilo, hospitalario y buen anfitrión, no es para nada difícil llevarse bien con él cuando agarra confianza.Aún así a veces tiende a ser mal hablado, en especial cuando Honduras hace sus apariciones estelares. También es algo desordenado y debido a su particular forma de conducirse a sí mismo y a su gente, a veces le cuesta manejar sus relaciones internacionales. Después de todo, nadie conoce mejor sus necesidades y experiencias que él mismo, así que, ¿quiénes son los demás para juzgarlo?Tiene una gran disposición para el trabajo arduo y siempre intenta superarse como nación; esto lo ha hecho aún cuando tenía todo que perder y mil obstáculos enfrente. Desde épocas coloniales tuvo que dar primero a los demás y pensar luego en sí mismo, lo que lo llevó a que oligarcas y monopolios se aprovecharan de él, en especial dentro de la industria cafetalera y la explotación del añil, que es la planta a partir de la cual se obtiene el pigmento conocido como índigo.Por todo esto, es ligeramente desconfiado y algo terco, características que comparte en especial con Honduras y Nicaragua, quienes también pasaron por situaciones similares. De ahí viene el que ya no sonría tanto como solía hacerlo, a pesar de que su gente en sí es extremadamente risueña y alegre.Le gusta muchísimo el fútbol (por eso detesta cuando pierde “La Selecta”) y tiene en San Salvador el estadio con más capacidad de la región: el Estadio Cuscatlán.En su mesa nunca faltan los frijoles, las pupusas, el pan dulce y el café; y aunque este último sea su mayor orgullo en cuanto a producción se refiere, también trabaja mucho en su algodón.Desde inicios del Siglo XX hasta los 90s, se había sentido aislado a consecuencia de tanta violencia e inseguridad, como que ya nadie quiso ni acercársele, mientras veía su reputación derrumbarse y a su gente sufrir. Se sumió así en una profunda melancolía, de la cual le costó despertar pero por suerte, ha dejado cada vez más atrás al adentrarse en el Siglo XXI.

En sus relaciones

El país tiene relaciones relativamente buenas con otras naciones centroamericanas, y también reconoce a Palestina como una nación soberana.Con Europa y América del Norte en su mayoría tienen buenas relaciones, al igual que con Asia.

Centroamérica y Caribe

Con sus hermanos centroamericanos, Hugo Salvador tiene muchos sentimientos encontrados. Ha pasado por distintas situaciones con cada uno de ellos:Con Honduras y Nicaragua, si bien han tenido encontronazos horrendos entre ellos, sigue considerando que tienen una relación casi de hermanos. Se odian, luego se apoyan, y al siguiente minuto vuelven a pelearse.Honduras, a pesar de ser su vecino más cercano, siempre fue algo engreído y mimado. Salvador nunca objetó, viendo esos rasgos como parte de quien Luis Ángel era… Sin embargo, con todas las pesadas cargas y expectativas que ya debía cumplir, cuando iniciaron los problemas de xenofobia y violencia hacia salvadoreños de parte del gobierno en Honduras en los 70s, Hugo Salvador ya no aguantó. Fue la primera y última vez que contraatacó de verdad contra Honduras, la única vez que le dio un puñetazo en la cara, culminando con la famosa guerra de las 100 horas (o mal llamada “guerra del fútbol”). Actualmente se llevan mejor, ambos han ventilado sus problemas dejando de culparse entre ellos y maduraron más, al punto de ya no tener rencores mutuos por lo acontecido. Luis Ángel ha demostrado más madurez y un pequeño atisbo de admiración por su vecino, que por supuesto, no admitirá fácilmente.Nicaragua, siempre impulsiva y audaz, ha metido en problemas a Salvador y Luis, y así también ha intentado ayudarlos tanto como pudo, cuando sus propias circunstancias se lo permitieron. Los tres, liderados por Amaya misma, se rebelaron en contra de Guatemala y el imperio mexicano, pero sin éxito. Salvador no la recrimina, de hecho está agradecido con ella y hasta la admira un poco. Ella fue la primera en separarse de la República Federal de Centroamérica, declarándose completamente libre e independiente en 1838. Hugo Salvador, por otra parte, fue el último en reconocer esta separación en 1842.Por último, las fuerzas revolucionarias nicaragüenses fueron las primeras en brindar ayuda al pueblo rebelde salvadoreño, durante las prolongadas guerras civiles de los 80s.Guatemala no es que haya sido el mejor hermano mayor del mundo, su ambición por sobre todas las cosas deterioró mucho la relación con sus vecinos, en especial El Salvador. El guatemalteco intentó varias veces constituir gobiernos federales que le favorecían a él y a su mercado, ganándose mucho desdén por parte de Salvador, que ya había estado sufriendo bajo el yugo de otros por mucho tiempo. El salvadoreño se negó a formar parte de Guatemala, causando una ruptura en su relación y una guerra en consecuencia. Actualmente sin embargo, los rencores han pasado y ambos conviven en paz.Con Costa Rica, Belice y Panamá las relaciones se mantienen cordiales y bastante distantes, no conviviendo demasiado. Con la Tica en especial a veces se puede percibir cierta rivalidad sana por el desarrollo y progreso de ambos países, pero nada malicioso.Se retomó contacto con Cuba, ya que por influencia estadounidense lo habían perdido. Restablecieron sus relaciones diplomáticas en 2009, y desde entonces han cooperado en educación, salud, agricultura y programas sociales.Con las demás naciones del Caribe la relación es cortés y de cooperación, estando ambos sectores dentro de varias organizaciones que promueven el desarrollo conjunto.

Sudamérica

Chile y Argentina fueron de cierto modo influyentes para la formación de Hugo, y hasta hoy en día el salvadoreño les tiene cierta estima. Argentina se encargó de hacer llegar los ideales de libertad de San Martín a Centroamérica (eso sí, un poco a lo bruto con ataques corsarios a ciudades españolas), y Chile se encargó de entrenar militarmente al ejército salvadoreño bajo el infame método prusiano, fortaleciéndolo.

Norteamérica

México intentó anexar a la fuerza a Salvador, durante el primer imperio mexicano de Iturbide. Esto amargó un poco las relaciones entre los gemelos en aquellas épocas y Hugo, que prefirió afrontar una vez más a un ejército antes de que se vuelvan a aprovechar de él. Actualmente se llevan mejor, apoyándose mutuamente y fortaleciendo sus lazos económicos.Estados Unidos fue alguna vez una especie de modelo a seguir, llegando Salvador incluso a solicitar formar parte de EE.UU. en lugar de unirse a Guatemala o seguir con la República Federal de Centroamérica. Sin embargo, esa imagen idealizada fue destruyéndose poco a poco, primero con el enorme impacto que tuvieron las empresas bananeras estadounidenses en él y en sus vecinos y hermanos (A Salvador le tocó no tanto con el plátano, sino con el café explotado por los propios oligarcas salvadoreños corruptos, de la mano de los grandes monopolios estadounidenses), dejándolos en la miseria completa.Además, vio las intervenciones y censuras estadounidenses en Nicaragua y Honduras, y luego lo vivió en carne propia en las prolongadas guerrillas de mediados a fines del siglo XX. La administración Reagan influyó en El Salvador con armamento bélico y censura, ambos en contra del grueso de la población y a favor de gobiernos autoritarios, y más actualmente Estados Unidos dio lugar a la expulsión masiva de miembros de maras, sanciones políticas y protestas al gobierno salvadoreño.Por todo esto, no es que se lleven muy bien, que digamos. Esa alta estima que le tenía Hugo Salvador terminó por disiparse por completo.